La Antártida está situada en la zona más austral del Planeta. Tiene una superficie aproximada de 12.400.000 km2 , a la que si sumamos las barreras de hielo soldadas a las costas, llega a los 14.000.000 km2. Esto la convierte en el cuarto continente más grande del mundo.
Visto desde un satélite, este vasto continente se aprecia cubierto de una gruesa capa de hielo, acumulado allí durante milenios. El hielo cubre el 98% de la superficie y representa el 90% del hielo del planeta y el 70% del agua dulce. La cobertura de hielo tiene por término medio un grueso de 2,7 km y llega cerca de los 4 km en el centro del continente.
Frío, mucho frío
La Antártida es el continente más frío, más ventoso y más seco de la Tierra. La temperatura media anual en la gran meseta interior es de -50 ºC. Aun así, cerca de la costa rara vez se desciende a los -40 ºC en invierno. En verano, en cambio, las islas y las zonas costeras registran temperaturas más agradables, de unos pocos grados bajo cero. En los últimos años, sin embargo, debido al calentamiento global, máximas de 8 ºC se han convertido en habituales. El fuerte viento es constante y puede llegar a los 300 km/h.
Más allá de la costa, la masa helada forma extensas barreras o se desprende de los glaciares transformándose en grandes icebergs que se deslizan gracias a las corrientes marinas y a los fuertes vientos. El mar que circunda la Antártida, conocido como océano Austral, se congela aproximadamente entre marzo y septiembre.
Sorprendente vida
En este paisaje de sobrecogedora belleza y frío intenso, jamás ha existido vida humana autóctona. A pesar de la escasa diversidad de especies animales que se observan y de las condiciones climáticas extremas, la Antártida es un hervidero de vida: sus aguas, sus rocas y sus hielos están repletos de microorganismos capaces de vivir en tales condiciones. Bacterias, algas microscópicas, diminutos crustáceos (krill)… En conjunto conforman la base del ecosistema antártico y son tan abundantes que alimentan, entre otros, a las grandes ballenas que habitan estos mares. Rodeados de estos seres, un millar de científicos permanecen cada año distribuidos en el medio centenar de bases científicas que hay instaladas.
Existen unas dos decenas de especies de aves marinas antárticas. Entre ellas se encuentran aquellas que todos asociamos al frío: los pingüinos antárticos. En la Antártida propiamente dicha solo habitan cuatro especies de pingüinos: los pingüinos de Adelia (Pygoscelis adeliae), los australes de collar o de cara blanca (Pygoscelis antarctica), los Juanito (Pygoscelis papua), y el pingüino Emperador (Aptenodytes forsteri).
Científicos en la Antártida |
domingo, 28 de julio de 2013
La Antártida, viaje al continente helado
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