ILUSIONES CELESTES: FENÓMENOS ÓPTICOS DEL CIELO |
escrito por Michele Catanzaro | |||||||||||||
¿A qué se deben los espectaculares colores del cielo al atardecer? ¿Por qué el firmamento es azul de día y enteramente negro de noche? El cielo ofrece una gran cantidad de fenómenos visuales: colores, espejismos, halos… Todos ellos se deben a la interacción de la luz solar con algunos componentes de nuestra atmósfera.
La luz solar
El Sol es la estrella más cercana a nuestro planeta. Concretamente se encuentra a 150 millones de kilómetros. La luz que se genera en los millones de explosiones nucleares que tienen lugar de forma ininterrumpida en la superficie solar tarda 8 minutos en recorrer esa distancia y llegar hasta nosotros. Por eso se dice que el Sol se encuentra a 8 minutos luz de nuestro planeta. La siguiente estrella más próxima, Alpha Centauri, se encuentra a 4 años luz de la Tierra. Su luz tarda 4 años en llegar hasta nosotros. Eso quiere decir que si, por ejemplo, explotara, tardaríamos 4 años en percatarnos.
Nubes blancas y nubes negras
El arco iris
Halos
Cuando en el cielo hay nubes altas, como los cirros, puede parecer que el Sol o la Luna formen un halo. Esto se debe a que su luz se refracta en los cristales de hielo que contienen estas nubes, los cuales actúan como lentes. En ocasiones, las finas capas de hielo de la atmósfera nos pueden hacer ver hasta tres soles: dos manchas muy luminosas aparecen a cada lado del Sol, fenómeno que recibe el nombre de parhelio.
Halo
Parhelio
Espejismos
Seguro que en verano a todos nos ha sorprendido ver que la carretera estaba mojada y, sin embargo, al acercarnos, no había ni rastro de agua. Este fenómeno se produce cuando la luz solar se refracta al atravesar capas de aire a diferente temperatura y densidad. Normalmente es necesario que el cielo esté despejado. El aire distorsiona la proyección de los objetos, y lo puede hacer en dos direcciones: hacia arriba o hacia abajo. Lo más frecuente es que lo haga hacia abajo, cosa que sucede los días calurosos, cuando la superficie del suelo y el aire en contacto con ella se calientan. En consecuencia, la luz se refracta hacia abajo y se proyecta una imagen sobre la superficie del suelo. Por eso, en verano, cuando vemos que la carretera está mojada, lo que en realidad estamos viendo es la proyección del cielo, como si fuera un espejo.
En cambio, en zonas nevadas o cubiertas de hielo, donde las capas de aire inferiores están frías y son más densas, los rayos del Sol se desvían hacia arriba proyectando a más altura los objetos que están en el suelo. Si nos fijamos, en los fríos días de invierno podemos advertir que las montañas a lo lejos parecen más altas de lo normal. No es que hayan crecido, sino que el aire frío proyecta su superficie hacia arriba.
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario