lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Por qué los hijos se parecen a los padres? Las creencias en la máquina del tiempo








Propósitos generales

Promover el uso de los equipos portátiles en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Promover el trabajo en red y colaborativo, la discusión y el intercambio entre pares, la realización en conjunto de la propuesta, la autonomía de los alumnos y el rol del docente como orientador y facilitador del trabajo.
Estimular la búsqueda y selección crítica de información proveniente de diferentes soportes, la evaluación y validación, el procesamiento, la jerarquización, la crítica y la interpretación.

Introducción a las actividades

A esta altura, a nadie le llama la atención que los hijos se parezcan a los padres. De hecho, ocurre frecuentemente que, cuando un bebé nace, la gente juega a encontrarles parecido a ciertas partes de su cuerpo con los rasgos de la mamá o del papá. ¡Incluso más lejos! Se dice a veces que «tiene los ojos de la abuela» o «la nariz del tío».
La explicación científica que actualmente se le da a este fenómeno es muy distinta de lo que se pensaba y creía hace muchos años. En estas actividades se trasladarán imaginariamente en el tiempo para conocer esas creencias y cómo fueron cambiando hasta la actualidad.

Objetivo de las actividades

Promover en los alumnos una visión del conocimiento científico no estática, que trate de preguntarse cómo es que hemos llegado a saber lo que sabemos actualmente. En particular, se busca indagar en las raíces históricas de la concepción de herencia.

Actividad 1

Imaginen esta situación: tienen dos vasos iguales con idéntica cantidad de agua. En uno de ellos disuelven témpera roja y en el otro, témpera amarilla (en ambos vasos la cantidad de témpera es la misma). Tendrían, entonces, un vaso con su contenido rojo y otro vaso con su contenido amarillo. Seguramente ahora se pueden imaginar un vaso igual  que contiene mitad de témpera roja y mitad de témpera amarilla. Resultado: un vaso con contenido anaranjado. Piensen ahora que puede haber montones de anaranjados intermedios. Si se lo propusieran, bastaría con agregar más rojo o más amarillo en cada caso, ¿no es verdad?



















Desde tiempos muy remotos, los observadores de la naturaleza pudieron darse cuenta de que en las poblaciones humanas (como también en las poblaciones de otros seres vivos) existían series de variaciones casi continuas para determinadas características o rasgos, por ejemplo, individuos muy altos e individuos muy bajos. Pero, además, casi todas las estaturas posibles entre medio de estas dos. Estas variaciones graduales con una interminable cantidad de formas intermedias es lo que proponía Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.). En la Edad Media, estas ideas de Aristóteles fueron retomadas en la idea de la gran cadena del ser.
Esto dio lugar a creer que las características particulares de un individuo para un rasgo en especial surgían de la mezcla de las características de sus progenitores, con una cualidad para ese rasgo intermedia a la de sus padres. A eso se lo llamó herencia por mezcla. Incluso, así surgieron los mitos acerca del surgimiento de especies «raras» como las jirafas a partir de la cruza entre el camello y el leopardo.
1. Miren esta fotografía (no es real) e imaginen cuál habría sido el cruzamiento que podrían haber propuesto los naturalistas de la Edad Media.
a) Si estos naturalistas de la Edad Media hubieran visto un oso gris por primera vez, ¿cómo hubieran imaginado a los padres de ese oso?
2. Al inicio de esta actividad se planteó un ejemplo con las témperas para tratar de entender mejor la herencia por mezcla. ¿Cómo se relaciona ese ejemplo con lo que creían los antiguos acerca de la herencia?
a) Propongan un ejemplo con animales o humanos en el que puedan usar la explicación de la herencia por mezcla.
b) Compartan sus respuestas con tres o cuatro compañeros y discutan los diferentes puntos de vista.

Actividad 2

Pero ¿dónde estaba «eso» que se mezclaba según la gente que proponía estas ideas? Algunos, sin saber muy bien cómo, propusieron que «eso» estaba en la sangre y que, de alguna forma, la sangre de los progenitores llevaba las características que se mezclaban en los hijos. Actualmente, si bien se sabe que la sangre no es el vehículo de la información hereditaria, en el lenguaje cotidiano se siguen usando expresiones como las del título de esta actividad: «A los colores de mi equipo los llevo en la sangre», «Mis hijos son sangre de mi sangre», «Este caballo de carrera es un pura sangre», «La nobleza y la realeza son de sangre azul», «Sigue la profesión de su padre: es la voz de la sangre», etcétera.
1. ¿Por qué se puede decir que las expresiones anteriores de alguna manera se refieren a la herencia?
a) En grupos de tres o cuatro compañeros, utilicen el procesador de textos de sus equipos portátiles y escriban un párrafo para cada una de las expresiones anteriores explicando cuál es su relación con la herencia por mezcla.

Actividad 3

A principios del siglo XVIII, con los primeros usos del microscopio, surgió una idea que predominó sobre todas las demás durante todo el siglo: se la dio en llamar preformacionismo o preformismo. Esta teoría sostenía que todo el nuevo individuo estaba predeterminado dentro del huevo. Pero dentro de los preformistas había dos grupos que tenían opiniones totalmente diferentes: los ovistas, que creían que el óvulo era el que contenía al futuro ser, y los espermistas, que decían que el ser humano entero estaba preformado en los espermatozoides.
1. Encuentren diferencias entre la herencia por mezcla y el preformacionismo.
2. Respondan esta pregunta como si fueran partidarios de una postura o de otra: ¿de dónde provendrían las características del nuevo ser?
3. Organicen en el aula un debate para tratar de explicar las características de un nuevo animal hasta ahora desconocido. La mitad tomará la postura de la herencia por mezcla y la otra mitad, la postura del preformacionismo. ¿En qué estarían de acuerdo entre sí los preformacionistas para defender su postura? ¿En qué no?

Actividad de cierre: La pangénesis, el regreso de la herencia por mezcla

En el siglo XIX, la idea preformacionista fue abandonada y se retomó la noción de la herencia por mezcla. A esa nueva concepción se la denominó Pangénesis.
1. Averigüen en qué consistía esta nueva idea, que hasta Darwin sostuvo por mucho tiempo, y respondan:
a) ¿Qué nuevas cosas permitía pensar esta idea?
b) ¿Qué aspectos mejoró respecto del preformacionismo?
c) ¿Dónde residía ahora «eso» que se hereda?
d) ¿Qué fenómenos todavía no podía explicar la pangénesis? Utilicen los enlaces y la bibliografía para responder esta pregunta.

Bibliografía recomendada

Onna, Alberto (1999). «De Mendel al ADN». En: Flichman, E., Miguel, H., Paruelo, J. y Pissinis, G. Las raíces y los frutos, Temas de filosofía de la ciencia (pp. 149-150). Buenos Aires, CCC Educando.
Onna, Alberto (1999). «Generación de la vida. ¿Sólo un problema biológico?» En: Flichman, E., Miguel, H., Paruelo, J. y Pissinis, G. Las raíces y los frutos, Temas de filosofía de la ciencia (pp. 31-50). Buenos Aires, CCC Educando.

Autor: Alejandro Pujalte

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