“Con frecuencia, los accidentes caprichosos del terreno obligaban al Nautilus a disminuir
su velocidad y deslizarse con la destreza de
un cetáceo por las estrechas gargantas de
las colinas. Y si aquel laberinto se volvía muy
intrincado, se elevaba como un globo y, superado
el obstáculo, reanudaba su rápida carrera
a algunos metros por encima del fondo.”
Julio Verne, Veinte mil leguas de viaje submarino.
su velocidad y deslizarse con la destreza de
un cetáceo por las estrechas gargantas de
las colinas. Y si aquel laberinto se volvía muy
intrincado, se elevaba como un globo y, superado
el obstáculo, reanudaba su rápida carrera
a algunos metros por encima del fondo.”
Julio Verne, Veinte mil leguas de viaje submarino.
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